viernes, 18 de marzo de 2011

BESTE IDAZLAN EDER BAT - "Nacida para sufrir"; ¿Tanto sufrió nuestra Rosalía de Castro? Irakurri, irakurri!!


Todos nacemos para morir pero yo sé que he nacido para sufrir. Desde el día en que nací he vivido atada al sufrimiento ¿por qué?, me pregunto yo, ¿acaso me lo merezco? “Hija de padres desconocidos” así me inscribieron, como queriendo borrar un pecado que yo no había cometido. Mi padre, sacerdote y mi madre, una joven mujer soltera. Nací así marcada por la vergüenza.

No me faltaron, sin embargo, el cuidado y el cariño de mi madre y de mi tía paterna, en aquella pequeña aldea de Castro de Ortoño, donde descubrí la magia y la dureza de la vida del labriego gallego. Aprendí a amar su lengua, sus costumbres, sus creencias, las que tanto añoraría cuando el destino me llevara a tierras castellanas. Aquellos recuerdos me inspiraron para escribir mis Cantares gallegos”.

Con diecinueve años me trasladé a Madrid, donde conocí a Manuel de Murguía, con el hombre que me casé dos años más tarde. Mis siete hijos fueron a colmar mi dicha y mi tristeza. Primero la pérdida de Adriano, que con solo nueve meses sufrió una caída mortal desde una mesa y después Valentina, mi última hija, la cual nació muerta. ¿Cómo puede sobreponerse una madre a tanto dolor? La única forma de evadirme de tan desgraciada realidad la encontré en la poesía. En ella reflejaba todos mis sentimientos, mi amargura, mis sufrimientos… y de ahí nacieron mis siguientes obras: Follas novas” y “En las orillas del SAR”.

Al dolor por la pérdida de mis hijos se unió la melancolía de vivir tan alejada de mi querida Galicia y mis continuos problemas de salud, que se fueron agravando con el tiempo. Por fin, en mil ochocientos setenta y cinco regresé a Padrón, donde transcurrieron mis últimos años de vida. Hoy, quince de julio de mil ochocientos ochenta y cinco, sé que me libraré de estas esposas que me han tenido toda una vida presa del dolor. Ahora quiero cerrar los ojos y nunca más los volveré a abrir, “estoy cansada de sufrir”.




                                                           ARGIA

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